Cuando leí el 1er libro de la Biblia, «Génesis», también leí: el 1er día…. el 2do día… y casi siempre decía … Y vio que era bueno, al final del 1er día etc. Me pareció extraño. Pero entonces me di cuenta, porque eso es exactamente lo que la casualidad no puede hacer, no puede, nunca puede ver cuando algo es bueno. Y es exactamente por eso que no puede crear nada deliberadamente, aparte del hecho de que la casualidad no tiene voluntad en absoluto, ni ideas, etc., ni voluntad de crear nada en absoluto. Un ser humano puede hacer todo eso.
Una historia de casualidad
¿Cuánto tardará en ser perfecto?
¿Podría la propia casualidad observar que es perfecto? ¿Para reconocer también que es perfecto? ¿Y dejar de ser casualidad en este punto perfecto?
Entonces, ¿puede la casualidad ver y decidir? Y, sí, ¿cómo podría la casualidad decidir algo?
¿Puede la casualidad encontrar algo bello y útil? ¿Puede tener una opinión? Sí, ¿es la casualidad algún tipo de entidad?
Lo que también hay que tener en cuenta es que para que la casualidad sea la casualidad, tiene que existir algo… Los dados tienen que existir para que se pueda jugar con ellos…… Sin, absolutamente sin nada, ¿cómo se supone que funciona la casualidad?
¿Y quién pondría poner en marcha la casualidad? ¿Puede la casualidad crear algo? Y, si es así, tiene que haber alguien que pueda observar y analizar el resultado para ver si es útil.
Seguramente sólo algo vivo con la conciencia correspondiente podría tomar una decisión.
Sí, ¿un rompecabezas se armaría correctamente por la casualidad en algún momento? La casualidad ni siquiera sabría qué es correcto. Sí, ni siquiera sabría que existe un puzzle. El la casualidad no puede ser creativo.
Un niño, por ejemplo, puede encontrar una piedra y decidir que es bonita y útil.
Puedes ver algo más en este ejemplo: Hay alguien quien, que, desencadena la casualidad y luego decide en cada caso si el resultado es lo que él, ella, quería…….
Por supuesto, es mucho más fácil utilizar la inteligencia y limitarse a clasificar los trozos de papel.
En cualquier caso, esto descarta la casualidad como creador original. Por tanto, siempre hay alguien -o incluso un grupo- que es la causa consciente.
En consecuencia:
Hay una causa consciente en el origen mismo.